El cáncer de próstata tiene una alta incidencia a nivel mundial en los países desarrollados y también en Chile, esto significa que se presentan muchos casos nuevos de la enfermedad en un periodo de tiempo definido. Actualmente es la tercera causa de muerte por cáncer en hombres en nuestro país.

Es por eso que preparamos este artículo informativo, para que puedas entender cuáles son los síntomas, las poblaciones de riesgo y las precauciones que se pueden tomar en torno a esta afección y sus tratamientos.

En general, podemos clasificar tres afecciones que involucran a la próstata, según gravedad:

Inflamación o infección: Puede ocurrir a cualquier edad y sus síntomas más comunes son: orinar frecuentemente, malestar o dolor en la zona de la pelvis y ardor al orinar.

Adenoma de próstata: Un problema que suele iniciar alrededor de los 50-55 años y tiene como su principal causa los cambios hormonales que afectan a los hombres, haciendo que esta glándula aumente su tamaño comprimiendo la uretra, motivo por el cual se impide el paso de la orina por este conducto, lo que provoca síntomas urinarios molestos. Esta enfermedad afecta a alrededor del 50% de los hombres mayores de 60 años y aproximadamente el 30% de los diagnósticos requieren algún tipo de tratamiento, ya sea con medicamentos o abordaje quirúrgico.

Cáncer de próstata: El tumor maligno más frecuente en hombres mayores de 50 años. La gran diferencia con el adenoma es que los síntomas suelen aparecer tardíamente, cuando la enfermedad ya está avanzada. Es por esta razón que se recomiendan los controles médicos rutinarios a partir de los 45-50 años, pues además este cáncer rara vez ocurre antes de los 50 años de edad.

 

Diagnóstico y Prevención:

La próstata es una glándula que tiene el tamaño de una nuez y su ubicación es debajo de la vejiga y por delante del recto, rodeando la porción inicial de la uretra. Esta característica permite que pueda ser evaluada a través del tacto rectal. Luego, si existen sospechas, éstas deben ser confirmadas por histología (análisis del tejido u órgano) o también por una elevación del antígeno prostático específico sérico, cuyo valor se encuentra sobre 3 ng/ml en el 98,4% de los pacientes con cáncer de próstata. De esta manera, el urólogo debe evaluar el grado de avance del tumor; si la enfermedad está localizada sólo en la próstata o si hay compromiso de otros órganos locales o a distancia (metástasis).

 

Síntomas de sospecha de problema prostático:

 

• Flujo débil al orinar. 
• Dificultad al inicio de la micción. 
• Orinar con frecuencia. 
• Urgencia miccional (necesidad imperiosa de orinar). 
• Orinar frecuentemente de noche. 
• Interrupción del flujo urinario (detenerse y volver a comenzar). 
• Goteo al terminar de orinar. 
• Dolor o ardor al orinar. 
• Hematuria (presencia de sangre en la orina)

 

No existe evidencia sobre medidas que garanticen que no se produzca la enfermedad. Sin embargo, se recomienda disminuir el consumo de alimentos que contengan gran cantidad de grasas animales y preferir alimentos ricos en fibras; como frutas, verduras y legumbres. Además, un factor importante es mantener un peso corporal adecuado y realizar actividad física diariamente.

Todo hombre con factores de riesgo, como antecedentes de familiares directos que han presentado cáncer de próstata, desde los 40 años debe controlarse periódicamente agendando con un urólogo. También debe controlarse todo hombre que presente alguno de los síntomas mencionados anteriormente en este artículo. 

Otros factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de próstata tienen relación principalmente con la edad, el historial familiar, el componente genético (mayor predisposición en afrodescendientes) y la exposición a sustancias químicas específicas.

 

Tratamiento del cáncer de próstata:

Las alternativas de tratamiento dependen del grado de avance del tumor, para cada paciente van a depender de múltiples factores que pueden ser:

• Extirpación total de la próstata (prostatectomía radical) 
• Radioterapia externa
• Braquiterapia (implantación de semillas radioactivas en la próstata) 
• Tratamiento con hormonas.

Cada una de estas alternativas tiene que ser evaluada para cada caso en particular, pues factores como la edad, enfermedades concomitantes, expectativa de vida, razones personales del paciente y otras, deberán ser analizadas por el paciente y el médico tratante.