20 de junio, Día del Cáncer de Riñón
Hoy les traemos un artículo breve e informativo respecto a un cáncer silencioso y que en Chile tuvo una incidencia de 2.168 nuevos casos y 1.023 muertes en 2020 según el último informe de Globocan. Se trata del cáncer de riñón y específicamente su forma más común, el carcinoma de células renales. A continuación te explicamos lo que debes saber sobre esta afección, sus síntomas y posibles tratamientos.
Cada ser humano tiene 2 riñones, con forma de poroto y del porte de un puño. Estos órganos tienen la función de limpiar los desechos de la sangre, eliminar las impurezas, el exceso de minerales, sales y el exceso de agua, para transformarlos en orina. Otra de las funciones de estos órganos es ayudar a controlar la presión sanguínea y garantizar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre.
Al cáncer más común que afecta a los riñones se le llama Carcinoma de células renales y se produce por una proliferación anormal de las células del riñón debido a mutaciones de éstas.
Dentro de los factores que pueden hacer que el paciente sea más propenso a generar un cáncer de riñón están: edad avanzada (el promedio de diagnóstico es a los 64 años), tabaquismo, obesidad, alta presión sanguínea, diálisis de largo plazo y el historial familiar.
Lamentablemente, este tipo de cáncer, como muchos otros, no da señales claras en cuanto a síntomas de manera temprana, si no que se suelen volver más claros los síntomas en etapas más avanzadas de la enfermedad.
Síntomas que se pueden desarrollar con el tiempo:
-sangre en la orina (rosado, rojo o color “bebida cola”)
-dolor en la espalda o un costado que no se va.
-pérdida de apetito
-pérdida de peso sin explicación aparente
-cansancio persistente
-fiebre
-sudores nocturnos
Si tienes alguno de estos síntomas, te recomendamos que agendes una hora con un urólogo, para descartar un posible cáncer renal. Si el médico tiene sospechas respecto a un posible cáncer, te pedirá algunos de lo siguientes exámenes:
- Análisis de sangre
- Análisis de orina
- Ultrasonidos
- Radiografía de Tórax
- Tomografía Computarizada
- Imágenes por Resonancia Magnética
- Ecografía
- Biopsia del tejido renal.
Una vez que el médico ha concluido mediante la revisión de estos exámenes que usted tiene cáncer de riñón, debe caracterizarlo dentro de la fase que corresponde. Se suele clasificar este cáncer dentro de 4 fases que van de la menos a la más avanzada. Esto se hace en base a su propagación y el parecido que tienen las células sanas del riñón con las células cancerígenas que se propagan. La asignación del grado determinará qué tratamiento será el mejor para su tipo de cáncer.
Existen unas cuantas características que son alentadoras cuando se trata del cáncer de riñón. En primer lugar, que el cuerpo normalmente necesita sólo un riñón para funcionar con normalidad. Por lo tanto, si el cáncer está localizado en uno de los riñones, las expectativas de vida son muy buenas. Además, típicamente no se pierde calidad de vida luego del tratamiento por cáncer renal.
Lo más común es que el cáncer renal se trate mediante cirugía. Dependiendo del grado del cáncer y su severidad, el cirujano puede remover la totalidad del riñón afectado, esto se conoce como nefrectomía, la cual también puede ser parcial, cuando el cirujano decide remover sólo el tumor del riñón.
Pero la cirugía no lo es todo, pues existen cánceres renales que pueden ser tratados con otros métodos, como la crioablación, un tratamiento que congela y mata las células cancerígenas presentes en el riñón. Otra opción es la ablación mediante radiofrecuencias, un procedimiento que tiene el objetivo de subir la temperatura de las células mutadas hasta que eventualmente se desintegran. Otras opciones menos comunes, pero que pueden aparecer, son la inmunoterapia, la terapia dirigida (mediante medicamentos) y la quimioterapia.
Si quieres saber más sobre las coberturas gubernamentales para el cáncer de riñón, te dejamos acá el folleto de la superintendencia de salud.